¿Has oído hablar o has padecido en algún momento la exostosis de Haglund? ¿Qué es? ¿Es una afección muy dolorosa? ¿Cómo se puede tratar y cuáles son sus causas?

Si lees este artículo hasta el final vas a convertirte en expert@ sobre la exostosis o espolón de Haglund. Ya te avanzamos que es una molestia que se puede curar sin mayores complicaciones.

Claro está que para que la solución sea rápida y eficaz es mucho mejor que acudas a tu podólogo de confianza. Sabes perfectamente que en Clínica Poyatos nos vas a tener siempre a tu entera disposición.

Dicho esto, vamos a darte ya toda la información que te hemos prometido. Como hacemos habitualmente, empezamos por una definición para que te quede meridianamente claro de qué estamos hablando.

¿Qué es la exostosis de Haglund?

Exostosis o espolón de haglund

Imagina que sientes una molestia en la parte trasera de tu talón.

Podría ser una pequeña protuberancia ósea que se ha formado justo donde el tendón de Aquiles se une al hueso.

Eso es, en términos sencillos, la exostosis de Haglund.

Vamos, que estamos hablando simplemente de un crecimiento óseo.

Eso sí. Tenemos que hacerte notar que puede causarte dolor y molestias, sobre todo y especialmente si usas ciertos tipos de calzado.

¿Cómo puedes saber si tienes un espolón de Haglund?

Esta es la segunda pregunta que vamos a ver. ¿Cómo puedes saber si esa protuberancia es un espolón de Haglund?

Respondemos enseguida. Si al ponerte tus zapatos favoritos sientes dolor en la parte trasera del talón, o si notas una protuberancia en esa zona, es más que posible que lo tengas.

Lo que te recomendamos es que es importante que observes si este dolor o molestia se incrementa con ciertas actividades o con el uso prolongado de zapatos cerrados y ajustados.

Causas de la aparición de la deformidad de Haglund o exostosis de Haglund

Exostosis o espolón de haglund

La causa principal es una híper acción del tendón de Aquiles generando un espolón en esa zona por la elevada tensión. Una vez formado el bultito de hueso, hay que trabajar sobre la causa y evitar cualquier roce en dicha zona ya que va a general una inflamación por irritación de la bursa que hay justo en esa zona.

Aunque también se puede dar por otras causas. Vamos a hacer una pequeña lista:

  • Uso de calzado inadecuado. Zapatos rígidos o que por algún motivo ejerzan presión en la parte posterior del talón.
  • Presión y fricción: Puede aparecer si realizas ciertas actividades que impliquen presión constante o fricción en el talón. Evidentemente tenemos que incluir en este apartado la actividad deportiva.
  • Estructura del pie: Algunas personas tienen una forma de pie por la que ejercen más estrés en el área donde se desarrolla la exostosis de Haglund.
  • Desequilibrio de la carga/tolerancia: Un desequilibrio entre la carga que soportas y la tolerancia de ésta al caminar o al correr puede llevar a una distribución desigual del peso y presión sobre el talón.
  • Genética: La predisposición genética por el tipo de pie, pies cacos muy habitual, puede jugar un papel en la aparición de esta deformidad.

¿Cuál es el tratamiento del Haglund?

Y, por supuesto, como siempre hacemos en Clínica Poyatos llegamos al apartado de las soluciones. Sin más dilación vamos a ver a qué tratamiento te puedes someter llegado el caso de sufrir esta molestia.

1. Cambiar el calzado

Tal y como era de prever, una de las primeras cosas que has de hacer es cambiar de zapatos y optar los que tengan una parte del talón más amplia y suave. El objetivo no es otro que reducir la presión y el roce en el talón. Una vez más debemos recordarte la importancia de elegir buen calzado.

2. Aplicar hielo

Aplicar hielo en la zona afectada ayuda a reducir la inflamación y el dolor. Es recomendable aplicar hielo varias veces al día, especialmente después de realizar actividades físicas.
Actividades que, como te hemos dicho anteriormente, pueden favorecer la aparición de este espolón.

3. Antiinflamatorios

Medicamentos como ibuprofeno pueden ser útiles para aliviar el dolor y reducir la inflamación.

4. Plantillas

El uso de plantillas ortopédicas o soportes para el talón puede ser beneficioso para distribuir de manera uniforme la presión al caminar y brindar un apoyo adicional. Fin de mejorar el trabajo del gemelo y tendón de Aquiles.

5. Podólogos

Un podólogo te enseñará ejercicios para fortalecer y estirar el pie y el tobillo, lo que puede aliviar el dolor y mejorar la función.

6. Terapia con ondas de choque

Esta terapia no invasiva puede ser útil en algunos casos para tratar el dolor y favorecer la desaparición del crecimiento óseo.

7. Cirugía

En casos severos o cuando otros tratamientos no han dado resultado, se puede considerar la cirugía para remover la protuberancia ósea y aliviar la presión en el tendón de Aquiles.

Esto es todo lo que te queríamos contar sobre la exostosis de Haglund. Creemos que no nos hemos dejado nada en el tintero. Pero si notas los síntomas que te hemos descrito a lo largo de este post, no dudes en solicitarnos una cita.

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